"Con la lectura uno es capaz de cambiar totalmente su existencia y, en consecuencia, la de quienes le rodean". Juan José Millás (2001), Articuentos, p.285

5 de diciembre de 2010

¿Qué cuerpo?

El hombre biónico se acerca

Del ombligo de Hjelmqvist sale música y de un brazo de Stelarc, una oreja

R. BOSCO / S. CALDANA - Barcelona - 05/12/2010. Publicado en El País.


Desde que se emplearon los primeros clavos para soldar huesos rotos, el mundo se ha ido robotizando y el robot humanizando. Robot, prótesis biónicas, ingeniería genética, vida artificial y entornos virtuales, donde los avatares simulan el ser humano. Desde que se emplearon los primeros clavos para soldar huesos rotos, el mundo se ha ido robotizando y el robot humanizando. Robot, prótesis biónicas, ingeniería genética, vida artificial y entornos virtuales, donde los avatares simulan el ser humano. "El cuerpo es el campo de batalla", afirmaba en 1989 la artista alemana Barbara Kruger. Sus palabras las confirma el creativo Fredrik Hjelmqvist, presidente de la empresa cultural de Estocolmo Pause Ljud & Bild, que ha decidido convertirse en una tocadiscos andante. "No se trata solo de una estrategia publicitaria. Queremos demostrar que cuando se crean sistemas de sonido a medida del usuario todo es posible", asegura Henrik Adenskog, mano derecha de Hjelmqvist. Hjelmqvist se ha tragado una píldora, de considerables dimensiones, que contiene el reproductor musical inalámbrico más pequeño del mundo, el GutPod, con wifi, receptor de radio FM, diminutos amplificadores y seis pilas de botón en miniatura. Si se encuentra por la calle con Hjelmqvist tiene la posibilidad de escuchar la música que surge de su ombligo, gracias a una conexión con Spotify. Hjelmqvist no tiene previsto fabricar el artefacto en serie, pero quien quiera adquirir un ejemplar puede encargarlo y recibirlo al cabo de tres o cuatro semanas, por 12.000 euros. Si el Jukebox Humano (www.thehumanjukebox.se) oscila entre el proyecto artístico y publicitario, la propuesta del iraquí, afincado en Estados Unidos, Wafaa Bilal se sitúa en la problemática social. Para realizar su nueva instalación The 3rd I (www.3rdi.me), el tercer ojo o el tercer yo, Bilal, docente de la Universidad de Nueva York, se está haciendo implantar una minicámara detrás de su cabeza. A partir del 15 de diciembre, esta cámara retransmitirá todo lo que pasa a espaldas del artista, captando cada minuto una imagen, que será proyectada en tiempo real en la exposición Told Untold Retold, organizada por el Museo de Arte Moderno de Doha en Qatar. "The 3rd I plantea una reflexión sobre la inaccesibilidad del tiempo y la dificultad de capturar memoria y experiencia. Queríamos implantar la cámara en la frente, pero debido a la polémica sobre el derecho a la intimidad de los alumnos, hemos preferido colocarla en la nuca", explica Mahdis Keshavarz, portavoz del profesor, que se recupera del posoperatorio. La cámara en la cabeza es un clásico de la ciencia-ficción y de las películas de culto como La muerte en directo, de Bertrand Tavernier, donde estaba implantada en los ojos. En el ámbito comercial, el investigador William Gerwin, financiado por Kodak, está desarrollando un prototipo de microtelecámara, que se puede colocar en la cabeza sin intervención quirúrgica. Bilal, que se dio a conocer por sus polémicas instalaciones interactivas, llegó a autosegregarse en la galería FlatFile de Chicago para convertirse durante un mes en una diana humana a disposición de un público que podía dispararle bolas de pinturas presencialmente o a través de la web. No es el único ni el primero que se ha atrevido a incrustar interfaces tecnológicas en su cuerpo. El brasileño Eduardo Kac es pionero del arte electrónico y de la experimentación sobre la fusión entre hombre y máquina. En 1997, Kac se implantó en la pantorrilla un chip de memoria, de los que se utilizan para identificar los animales; desde entonces sigue en su cuerpo y, además de llevar en su interior una información no biológica, invita a reflexionar sobre el significado de memoria y privacidad. El más atrevido ha sido el artista de origen australiano Stelarc, precursor de la convergencia entre lo biológico y lo tecnológico, que a lo largo de su carrera ha experimentado con diversas prótesis mecánicas e implantes biónicos. Hace unos años el artista integró a su cuerpo un tercer brazo mecánico y más recientemente se ha hecho implantar en un brazo una tercera oreja, cultivada a partir de sus propias células para evitar problemas de rechazo. Dicha oreja posee propiedades que en un futuro próximo permitirán utilizarla como un terminal inalámbrico y, por ejemplo, contestar a llamadas telefónicas acercando el brazo a la cabeza. El debate está servido.

7 comentarios:

  1. esto me parece un poco fantastico porque en un futuro no se donde vamos a llegar! Nosotros somos como somos, como nos han creado y eso no se puede cambiar. ¿Que necesidad tenemos de cambiar nuestro cuerpo o, simplemente, las cosas que son asi como nuestros ojos, orejas...? yo no dego que no se hagan avances tecnológicos pero no tantas "tonterias" como es escuchar una llamada telefonico desde una oreja implantada en un brazo. ¿Hasta donde vamos a llegar en el campo de la ciencia y de la tecnología?

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  2. yo también estoy de acuerdo con alberto. No creo que lo d un "tocadiscos andante" sirva para algo. Creo que nuestro cuerpo es como es, y que no le tenemos que hacer transformaciones que no sean necesarias. No sé si esas cosas serán buenas o malas para nuestro cuerpo, pero yo creo q los ejemplos que dan en el texto ni los necesitamos, ni nos van a hacer ningún bien. Si lo que hicieran fuera beneficioso para nuestra salud lo vería bien, pero es lo que dice alberto, ¿para qué nos sirve una tercera oreja? Si se les implantara una tercera oreja por ejemplo a la gente que padece deficiencias auditivas pues sí, pero no veo la necesidad de implantar otra oreja en nuestro cuerpo para que nos sirva de terminal inalámbrico. Y mis opiniones sobre el ombligo del que sale musica, una camara detras de la cabeza, etc. son muy parecidas.

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  3. estoi de acuerdo con ambos, pero es cierto que son necesarios los avances, yo me e roto un brazo y m an venido muy bien las agujas metalicas y las radiografias
    Lo que no veo bien es que se pasen tal y como viene reflejado en el texto

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  4. En mi opinión, la tecnología es importante y necesaria pero según para que uso. Por ejemplo, está bien utilizarla para mejorar en medicina, crear medios de transporte más eficientes y menos contaminantes, etc., pero no para esto que no tiene utilidad alguna. Creo que el tiempo que se utiliza en hacer las cosas que el texto dice estaría mejor invertido en avances de los que podamos disfrutar todos y no unos cuantos ricos, porque está claro que todas estas innovaciones son carísimas.

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  5. Todos vemos esto como imposible y raro, pero como se dice en el texto hay personas que ya se han atrevido a probarlo e incluso que todavía llevan ese aparato dentro del cuerpo, por lo que no es de extrañar que mas adelante...quien sabe...la gente lo vea normal, como todas las cosas que van evolucionando, al principio impactan y las vemos anormales, pero a todo se acostumbra uno. Igual nos convertimos totalmente en robots, porque a este paso..

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  6. Es verdad, va a llegar un día en el que vamos a parecer robot, porque tanta tecnología hay en nosotros que ya no sabemos que es natural o artificial!! Sandra tiene razon porque en vez de malgastar tiempo inventando esas "tonterias", porque se pueden llamar tonterias, lo podian gastar investigando a cerca de la medicina u otras cosas más importantes.

    PD: Joerge tengo una nueva entrada en mi blog...pasate!!!

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  7. Jorge esta situación la veo irreal porque estoy de acuerdo con Lidia y con Alberto. A lo mejor si que nos vendría bien todo eso o si que tendríamos la necesidad porque nos haría la vida más cómoda pero es una situación que no me la puedo plantear.

    He creado nuevas entradas en mi blog Jorge.

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